viernes, 19 de enero de 2007

Patologización del dolor

Hace poco en una reunión de vecinos pertenencientes al edificio dondo vivo, fuí espectadora una vez más, de los típicos conflictos entre vecinos que ya ni se acuerdan por qué pelean, pero sin embargo por tradición mantienen el conflicto. En medio de esa situación una vecina rompe en llanto y pide disculpas, argumentando que estaba con una depresión, situación que la mantenía tomando medicamentes y en tratamiento permanente. Obviamente todas las personas comenzaron a preguntarles respecto a su salud y respecto a su reciente duelo. El tema es que entre preguntas y respuestas me pude enterar que su marido había muerto hace poco y desde ahí había comenzado su tratamiento por depresión.

Cuando reflexione sobre esto, fué inevitable pensar ¿desde cuando el dolor por la pérdida se rótula como enfermedad?, ¿depresión y duelo son lo mismo?. Y aquí volvemos al lenguaje construyendo realidades. Una depresión alude a pensarse enfermo e inhabilitado, y estoy hablando solamente de lo que alude y no considerando su definición textual, un duelo por otro lado alude a un momento de vida caracterizado por dolor y lástima, duelo también alude al enfrentamiento, combate o pelea entre dos. Y si lo pensamos metafóricamente un duelo siempre es una lucha entre la vida y la muerte, es decir esa parte de nosotros que quisiera haberse ido con el otro y esa parte de nosotros que sigue aquí con su propio proyecto de vida o con lo que queda de este.

A partir de esto me surgen muchas preguntas ¿por qué tanto temor al dolor?, ¿desde cuando necesitamos medicamentarnos para vivir el dolor?........¿por qué se valora tan negativamente el dolor? parece que existiera un fantasía moustrosa y terrible respecto a la imposibilidad de sobreponerse al dolor.

Todos los que hemos vivido grandes dolores sabemos que es una experiencia profundamenta devastadora, pero también se puede decir que después de ella no somos los mismo, que podemos extraer nuevas formas de ver la vida, que podemos conocer nuevas fortalezas y debilidades, que en esas experiencias se reconoce y se valora a quienes de verdad se encuentran cerca, entre otras muchas más cosas.

No creo de ninguna manera que el dolor sea la unica forma de aprendizaje, pero si creo, que si se que si se presenta en nuestras vidas, como cualquier otra experiencia puede llegar a ser una gran oportunidad de crecimiento.


“El sufrimiento constituye un recordatorio constante de la condición humana, pero también es una de las formas más elementales de establecer contacto con los demás porque, de uno u otro modo, todos sufrimos. No convendría, pues, olvidar que el sufrimiento no es algo exclusivamente ‘negativo’, sino que también es un vínculo que nos conecta con todos los humanos...”
Ken Wilber

1 comentario:

Maria Ines dijo...

Que cierto es esto.
El dolor es una fuente de aprendizaje más que el ser humano necesita para aprender algo.